El día 19 de junio del presente año, en el colegio
Nuestra Señora de Fátima Ibagué, se fue un gran docente, una persona amable, respetuosa,
estricta, una persona con grandes valores morales. Nos enseñó que la vida está compuesta
por ciertas reglas, así como para el desarrollo de su clase, alguna de estas
como ordenar una labor ecológica diciendo: “patio corredor y gradería”, si el
estudiante llegaba tarde, recogiendo papeles o basura que había en el área
determinada, permitiendo entrar al aula terminado el trabajo. La mediocridad
fue otra batalla que luchó contra sus estudiantes: trabajo completo o no lo
recibía. Este docente nos deleitaba con su manera de enseñar una forma muy peculiar,
con sus frases de doble sentido al presentarse una dificultad diciendo: “eso no
nos merece” o cuando explicaba algo: “para los que no saben del portón para
afuera…”
Como estudiante del docente Fernando Daza, me
siento agradecido por sus enseñanzas, lamentando la despedida de un gran
docente espero que siempre lo recordemos no sólo como un profesor, sino como
Fernando Daza, mi consejero
Daniel Lugo
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